¿Quién no ha admirado una vajilla o, aunque sea, un solo plato “antiguo”? Esos objetos de cerámica decorados generalmente con azul cobalto que tanto capturan el ojo, ya sea por su llamativo color, ya por sus intricados diseños. Muchos de nosotros, de seguro, recordamos haberlos visto en casa de las abuelas o más recientemente en la infinidad de series o películas “de época” que se pueden disfrutar en el cine o en la televisión. Cualquier persona que aquí, en México, haya visitado o comido en el restaurante de Sanborns ha visto uno de estos famosos platos azules. Pero pocos hemos reparado en el proceso de elaboración de esos bellos artículos; objetos no sólo de orgullo, sino preciadas piezas de colección de nuestros abuelos, y que hoy en día son tan valiosos como decorativos.
La técnica de decorado, que en ingles se conoce como “Transferware” consiste en hacer un diseño y grabarlo en una placa de cobre o acero para después imprimirlo, generalmente monocromáticamente, en una hoja de papel, y de ella transferir una tinta pegajosa al presionarla contra la superficie de la pieza de cerámica antes de ser colocada en los hornos. Muchas veces, el proceso podría necesitar más de una pieza de papel impreso, en especial cuando se pretendía lograr diseños altamente complejos.
Demostración de la técnica de "Transferware".
La técnica fue inicialmente desarrollada en Inglaterra a partir de mediados del siglo XVIII, y durante la época victoriana se volvió extremadamente popular entre la nueva clase media. Si bien esta técnica fue muy usada en el Reino Unido, no lo fue tanto en otros países; por lo que la gran mayoría de las piezas que han llegado hasta nuestros días son de origen Inglés.
Antes de este método de decoración la cerámica era pintada totalmente a mano: un proceso lento, difícil y muy caro. Las vajillas pintadas a mano estaban reservadas para la aristocracia, sólo nobles y magnates podían tener una vajilla decorada con diseños intrincados. La mayoría de la gente tenía que conformarse con platos adornados, quizá, con una o dos líneas de color. Con el desarrollo de una fuerte clase media y la industrialización de la mayoría de los procesos de fabricación del siglo XIX, pudo darse esta moda de tener platos profusamente decorados.
Los diseños, aunque complejos, generalmente son monocromáticos. El azul cobalto es, quizás, el color tradicional para la cerámica por su alta resistencia al calor y por lo mismo el más utilizado, pero también se usaron tonos de rojo, sepia o negro. El color verde fue posteriormente introducido, siendo, hoy en día, uno de los colores buscados por los coleccionistas, debido al poco uso que tuvo. Algunas de piezas de “Transferware” eran terminadas individualmente a mano con detalles dorados. Estas piezas son hoy escasas y por lo tanto más valiosas.
El diseño más famoso es el llamado “Blue Willow ” que se exporto en grandes cantidades a las colonias británicas y, especialmente, a los Estados Unidos. Este diseño fantástico combina imágenes orientales como pagodas, árboles, juncos y aves con una historia de amor. Este conocido diseño es el más reproducido, imitado y copiado de los que han llegado hasta hoy.
Plato de diseño "Blue Willow" (Sauce Azul), disponible en nustra tienda.
Aunque Inglaterra fue el principal productor y exportador de “Transferware” durante el siglo XIX, cabe hacer una mención especial de las piezas elaboradas en Italia. Que combinaron magistralmente la técnica de impresión con grabados de alto valor artístico, y terminados muy finos hechos a mano. Por eso, las piezas de “Transferware” italianas son, hoy por hoy, de las más buscadas por los coleccionistas a nivel mundial.
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